Difusión
de asesoría realizada. 2017
Universidad de Santiago transfiere tecnologías
y conocimientos a pequeños productores agrícolas
Durante más de un año, académicos
y productores se han reunido en las dependencias de
la Universidad de Santiago con el objetivo de transferir
conocimientos para generar mayor valor agregado a
la producción agrícola de pequeños
agricultores de la Región Metropolitana.
Con
financiamiento del Fondo de Innovación para
la Competitividad, el proyecto busca capacitar a los
agricultores en nuevas técnicas y la utilización
de protocolos para producir hortalizas procesadas
de alta calidad, además de la utilización
de máquinas para el envase final. De esta forma
incorporan valor agregado con nuevas ofertas, como
hortalizas envasadas, que además conservan
sus propiedades por tiempos más largos.
Estos
nuevos productos están enfocados a consumidores
que valorizan el ahorro de tiempo por cuanto las hortalizas
ya vienen desinfectadas, lavadas y trozadas listas
para su consumo. Internacionalmente se conoce a este
tipo de productos agrícolas, como de cuarta
gama (IV gama). Este es un mercado en continuo crecimiento,
representando una alternativa atractiva para el consumidor
final, por cuanto son productos que en su envase,
mantienen su frescura, son saludables, de larga vida
útil y con sus características nutricionales
intactas.
El
coordinador del proyecto, el profesor José
Luis Palacios, señala que, por una parte se
pretende que pequeños productores de la Región
Metropolitana, mayoritariamente mujeres, accedan a
mercados más rentables aprovechando su experiencia,
pero agregando calidad y tecnologías, tomando
siempre en cuenta las necesidades del consumidor final.
“De
esta forma la universidad se abre a los pequeños
agricultores, se les enseña inocuidad alimentaria,
y la utilización de maquinaria. Luego se realizan
mercados simulados hasta hacer la experiencia real
de rentabilizar sus productos en mercados más
exigentes”, indica el profesor Palacios. También
añade que el proceso es interesante para la
universidad, por cuanto le permite acercarse a la
realidad de la Agricultura Familiar Campesina y sus
necesidades en innovación. “Esta es una
forma concreta de transferir conocimiento, pero también
de transferir bienes de uso público, en este
caso inversión en innovación con un
alto componente social, donde la universidad seguirá
acompañando en las siguientes etapas a este
grupo de agricultores”.
Uno
de los aspectos más complejos del proyecto,
es que los productores están repartidos por
todo el territorio de la Región Metropolitana.
Para potenciar una identidad común, han decidido
organizarse en una asociación gremial y diseñar
una identidad corporativa en forma participativa,
que con el tiempo se transforme en una marca reconocible
en el mercado, que los productores en conjunto puedan
utilizar y potenciar.
Teresa
Hinojosa, productora de Colina valora positivamente
la experiencia, como una oportunidad de analizar tanto
sus productos como la forma de hacerlos más
atractivos. También destaca que como pequeñas
productoras el proyecto les ha permitido acceder a
nuevos conocimientos, mejores procesos y a compartir
experiencias con otros productores de la región.
“En cierta medida nos saca del día a
día y nos hace reflexionar sobre las necesidades
de nuestros clientes, y de qué forma producimos
mejores productos para consumidores que cada año
se vuelve más exigentes”.
Asesoría
y diseño: Exhi Consultoría
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